16 ¿QUÉ ME PONGO?
Acto de fe
La Triministra busca afanosamente
algún tipo de disfraz
que le permita parecer o suponer
que es otras Tres personas
bajo la misma piel.
Aparece Dionisos, los fantasmas
y todos los habitantes del castillo
-Con este modelo me veo virginal,
soy la novia perfecta,
la amada universal.
-Así no me reconocería ni Merlín,
si es por no despertar sospechas
éste es el indicado,
además las perlas dan ese toque de...
claustro, mar, ostracismo, mariscos,
afrodisíacos kripalysticos incendiarios.
-Y éste atuendo sí que me salva,
lo ubico entre vampiro y gárgola,
aquí mato.
Ahora puedo pasearme libremente,
como una vulgar Triministra disfrazada,
por todos los rincones del castillo
sin rendir cuentas a nadie.
Soy libre. Tres veces libre.
18 DIÁLOGOS:
Amor.
!!!!!!Uyyyyyyyyyy la triministra va desnuda !!!!!!!
Me siento tan libre... libre, libre, sólo con estos bellos zapatos... aunque estoy subiendo de peso y ya me comprometí con la doncella Therese a cuidar la dieta y eliminar estos tres ¿o cuatro? kilitos de más que me están pesando y dificultan el vuelo... pero qué difícil con tanta fiesta y tanto kripalys...
El kripalys es ilusión... la vid es realidad, es naturaleza, tierra, vegetales, verde de verdura y de verdad... una verdad roja como la sangre savia que corre por mis venas... Oídme triministra.
(Se quita la máscara)
Miradme a los ojos y decidme si en el fondo de este cielo no hay una gran fiesta de amor.¿Ya oís la música, los tambores?
¿No os está llamando el coro?
Olvidad la tragedia de la compostura y venid a bailar sobre los campos fértiles, venid a derramar tus perlas sobre los riachuelos que las llevarán de vuelta al mar... seguidme, venid, dadme tu mano y olvida los disfraces de diario y sus signos gastados...
Venid a la libertad de fundirte en esos cuerpos que danzan dejándose llevar por el fuego que os doy a través de la sangre de las vides...
(Vuelve a ponerse la máscara que es idéntica a su rostro y deja un racimo de uvas negras sobre la cama de la triministra)
Ama, quiero hablaros en privado.
Dónde, os sigo...
Tartamudeante, sudando y con los ojos como platos)
Espero Trina Ministra regia que el bufón buenos consejos haya dado. Es peligroso el enemigo que enfrentamos, ya habéis visto la potencia de su parlamento; el seduce; nosotros, amenazamos. Pero Lear, su Machistad ha tenido, creo, una buena idea para unir justo castigo y preservancia del Reyno en un juego, si no báquico o dionisíaco, de la misma estirpe.
Y, dejadme decirle, Triministra, en las tres figuras lelo me dejáis, ah, ah, voy presto a mi recámara a... seguir estudiando el caso Dioniso en el Reyno Lear. Además, Triministra, necesita en imagen al caballero de la Rosa expuesto en cepo en la plaza pública. Hay que comenzar a predicar por el ejemplo. Como siempre en vuestros diligencias confío.
(le guiña un historiado ojo)
¿Como os vendría el Cuarto Ministerio de Cultura y Justas?
Ayayayayyy, güerita, mamacita, présteme sus alitas para echarme vientecito, mire como ardo... como me late, me late, me late el corazooooooooón!!!!!!!!!!
Yo os veo bella y libre... pero tened cuidado con la apariencia de molusco, alguien podría hincar el diente en vuestra concha...
De las tres maneras os veis muy bella triministra y seguro que así vestida nadie advertirá vuestra trina presencia.
Pero algo debo señalaros, no sé qué me dice que vos algo te traéis entre manos. Sois de las que no dan puntada sin hilo...
¿Y qué es eso que el rey os anda haciendo guiñitos?
No olvidéis no creer en palabras de hombres, que falsas son y eso bien lo sabemos vos y yo.
Siempre mienten para sacar algún provecho de nuestra candidez y vos nada inocente parecéis.
¿en verdad lo creéis ? ¿no quedarían todos cegados ante semejante visión ? y , en ese estado ¿ podría hombre alguno mentir ?
(más aún cuando decir verdad es la condición primera de los hombres. solo que, a veces ,se les entiende mal y parece la verdad mentira . es lo que creo.)
(Al oído de la Triministra)
Yo le creería cualquier cosa al Heraldo porque habla tan bien...
(en voz muy baja)
es lo que quiero creer.
Yo también le creo al heraldo porque en algo tiene mucha razón, ellos siempre dicen la verdad, pero nosotras malinterpretamos... Parece que habláramos idiomas diferentes. Algo así.
Además esa dulce y poderosa voz que tiene el bello heraldo, hasta al mismo rey ha conmovido.
Therese volvéis a ser Therese
¡Étasis, éptasis, éptasis...! (aparecen cantando las infantas en un loco frenesí)
Mirá loca, que está rico este mino del heraldo, mijito rico, podríamos tirar los tres y le usamos la cama del himeneo al loco del Lear.
¿Andái trayendo los condones?
no ¿Y vos?
Elige: luminosos o con sabor
¿No podrían ser de los dos?
Harto lesa te estái poniendo con el éptasis, vay a tener que bajarte al puro Klyparis o Klitorys, como se llama esa lesera que todos toman acá.
Como hermana mayor te voy a andar vigilando mira que te pillé anoche robándome mis éptasis.
No te vaya a dar ahora con andar jalando mariguana, nomás, mira que por eso te tuve que llevar a la clínica de rehabilitación la otra vez. Lo que pasa es que vos no sabí tomar, ne tení medida.
Y vosnia, iturra... (contesta indignada la infanta menor mientras recibe en la cabeza unaos buenos coscorrrones)
Ay que me duele.
Y esto otro te duele (dice la hermana mayor mientras le propina una feroz patada en el culo que la bota al suelo)
AAAAAAAYYYYYYYYYYY
Ay, si Hidalgo Heraldo, soy yo otra vez. El mago Merlín y el alquimista me andan tratando de hacer magia oscura para enredar las cosas, porque a ellos les interesa el poder, el poder mandar a medio mundo, y saben que conmigo de por medio, están liquidados porque nuestro buen rey, aunque un poquitín loco y celoso, recobra la cordura y la mesura a mi lado.
Hasta pronto Heraldo de la voz de alondra en primavera
(Volando por la habitación mientras intenta marear al Heraldo con sus aleteos seductores)
¡¡¡¡Fuera de aquí infantas indecentes, solo pensáis en... eso... sereis las próximas en el cepo!!!!
(Se posa en una moldura y luego baja de un salto a tomar su humana forma)
Heraldo, acompañadme, a cumplir con el mandato del Rey, debo poner en el cepo al caballero de la Rosa...
(Al oído de Therese, luego de mover los aros de oro y diamantes que le cuelgan hasta la cintura)
Y usted Therese, tenga cuidado con sus caderas o aquí va a haber más muertos que en una taberna del oeste.
(Se pone rouge y un toque de rubor de ese carísimo que le regaló su hermana y sale del brazo del Heraldo)