24 ÁNGELA TRIMINISTRA
II Acto
IX Escena
-
La Triministra
Otros
-
IX Escena
-
La Triministra
Otros
-
-
ÁNGELA TRIMINISTRA
-
El Tirano Celeste que observa la escena sentencia.
Ella es un Ángel. Dotadla de alas fuertes y blancas.
Le otorgo la gracia de libre volar
por el aire que ama.
Será una Ángel Mujer de triple substancia,
sin otro vestido que un corazón de oro y de plata,
la piel y el cabello que dan belleza al humano
y el tibio calor que irradian sus plumas
para abrigarla en cualquier circunstancia.
Y ahora,
que vuelva a la tierra a cumplir su destino
desnuda de todas sus máscaras.
El Tirano Celeste que observa la escena sentencia.
Ella es un Ángel. Dotadla de alas fuertes y blancas.
Le otorgo la gracia de libre volar
por el aire que ama.
Será una Ángel Mujer de triple substancia,
sin otro vestido que un corazón de oro y de plata,
la piel y el cabello que dan belleza al humano
y el tibio calor que irradian sus plumas
para abrigarla en cualquier circunstancia.
Y ahora,
que vuelva a la tierra a cumplir su destino
desnuda de todas sus máscaras.
.............................................................................................
.
El Demonio cauteriza la herida
del dedo con besos de fuego
y la trina desciende volando
a atender los asuntos del Reyno
envuelta en las tibias alas sedosas.
Al batirlas entonan las plumas los himnos
antiguos y eternos que cantan la Vida.
Los golpes de remo esparcen al orbe
irresistibles perfumes de nardos y rosas
que embriagan a todos los seres,
ya sean animales, piedras o plantas,
o querubines, demonios o simples mortales.
Aún cuando fuera el más sucio veneno
transmuta y convierte en esencia divina
inocua y sublime al mero contacto
todo elemento que se avecina a su cuerpo.
Nada puede mancharla.
Un beso suyo o una caricia
hacen puro al ser más impuro,
y el acto más vil a su lado resulta ser santo.
La Triministra, libre de peso,
vuelve al Reyno completa
en carne y en hueso, en pluma y en pelo.
Es Mujer Adorable y Diosa perfecta
que ha descendido del cielo
y así seguiría, aunque fuera al infierno.
cien veces de ida y regreso.
-
El Demonio cauteriza la herida
del dedo con besos de fuego
y la trina desciende volando
a atender los asuntos del Reyno
envuelta en las tibias alas sedosas.
Al batirlas entonan las plumas los himnos
antiguos y eternos que cantan la Vida.
Los golpes de remo esparcen al orbe
irresistibles perfumes de nardos y rosas
que embriagan a todos los seres,
ya sean animales, piedras o plantas,
o querubines, demonios o simples mortales.
Aún cuando fuera el más sucio veneno
transmuta y convierte en esencia divina
inocua y sublime al mero contacto
todo elemento que se avecina a su cuerpo.
Nada puede mancharla.
Un beso suyo o una caricia
hacen puro al ser más impuro,
y el acto más vil a su lado resulta ser santo.
La Triministra, libre de peso,
vuelve al Reyno completa
en carne y en hueso, en pluma y en pelo.
Es Mujer Adorable y Diosa perfecta
que ha descendido del cielo
y así seguiría, aunque fuera al infierno.
cien veces de ida y regreso.
-
-
17 DIÁLOGOS:
(Se cubre el rostro con las alas)
¡¡No lo puedo creer!!
Estoy de vuelta en la tierra y libre de todo peso
Y estoy aquí de pie
frente a mi gruta, es un hecho
que Satán se ha retirado...
(Vuela y baila por toda la habitación agitando las velas y esparciendo el aroma de las flores que brotan desde todos los rincones)
(El Cardenala)
El Cardenala se enteró del asunto cuano se encontraba haciendo el servicio de esa semana, embotellando en los tanques el gas fulminante que le hace el recurso más importante de la región. Con que enriquece al Reyno, mantiene al pueblo a raya y le da su sustento, para solaz del Monarca, noblezas y cleros.
EL CARDENALA FELICITA A LA TRIMINISTRA.
Enhorabuena señora al fin encontramos cual es vuestra esencia, después de todo el jaleo que hemos armado.
Esperemos que el Embozado Maligno al que nada bien le parece no intente sus tretas
en las que en vez de hacer algo con sus propios egos, se dedica a manipular los cuerpos de los egos ajenos, sin tenerle respeto a la voluntad que los dota de vida, como si fueran personajes de él. Cuando lo que debiera es hacer uso del suyo y ponerlo en acción.
Porque si El Negativo dice pongamos de ejemplo, “mi personaje hace esto o aquello y la Triministra hace lo otro, entonces no vale. Porque la Triministra no es su personaje.
Imaginad por decir, que vos afirmáis que me paráis en la cabeza y después pretendéis que sufro un desmayo. Con tal expediente vos podríais decir que el Rey anda desnudo por este castillo, pero no sería real. Porque si yo sufro o no un desmayo es cosa que yo y no vos decide y si el Rey anda vestido o anda en pelotas es cosa que solo compete o puede afirmar el Soberano Lear.
¿SE ENTIENDE EL CONCEPTO?
¿ O HARÁ FALTA AL MALIGNO SENTIR EN SUS CARNES UN ESCARMIENTO DE EJEMPLO?
LOS POSIBLES CURSOS DE ACCIÓN SON INFINITOS,
POR DECIR ALGO, PODRÍAMOS CIRCUNSCRIBIR A SU CUERPO UNA PÍLDORA CON UN HOYO NEGRO
Y DESCRIBIR LOS EFECTOS,
SIN ESPERAR A QUE DIGA QUE OPINA AL RESPECTO,
O PONER EN SU BOCA PALABRAS
COMO “QUE RICO, ESTO ES LO QUE QUIERO”
Y QUE “POR SU PROPIA VOLUNTAD”
SEA ÉL QUIEN SE LA ADMINISTRE.
A FIN DE CUENTAS
QUÉ IMPORTAN LOS OTROS
SI YO SOLA PUEDO
HACER EN UN DIÁLOGO
TODAS LAS VOCES DEL REYNO.
Así que el maligno os puede ofender, tocar o tentar, pero no puede arrastraros o aventaros al suelo afirmando que caísteis patas arriba, so pena y riesgo de que se le de tratamiento parejo, aunque sea el propio demonio que salió del infierno.
Entonces cada quien perdería el control de sí mismo, por andar pretendiendo ejercer el control sobre voluntades que no son las suyas y manipular los cuerpos y mentes ajenos como si fueran muñecos.
Por eso hay que acotar a nuestros egos alternos y después esperar la respuesta del otro, en lo que compete a su hablar y su actuar, a no ser que se cuente, por el contexto, con obtener su consenso.
Otro ente del cuento no puede afirmar lo que piensas, menos decir lo que dices o acotar que tú hagas lo que no aceptas hacer.
¿O sí?
Porque en tal caso, basta con un solo ego que mueva con su voluntad todos los cuerpos,
O nos metemos todos los egos en todos los cuerpos, con las contradicciones que ello conlleva y a ver quién entiende después este cuento.
El CARDENALA SE DESPIDE
Si vos os describís como un Ángel, lo sois y aleluya, porque vos sois Dios respecto de vos, y el que diga que sois una hormiga o que vuestras alas las pegasteis con cera o que vuestra gruta es de cartón, está mal de los sesos, porque respecto de sí y los objetos que él crea él es Dios, pero nadie respecto de vos o los atributos de que vos os dotáis.
Me despido, procurando no perder la lógica interna y no traicionar mi carácter mientras orillo al vecino a actuar conforme a las reglas que deben regir el buen desempeño del Reyno, sin invadirle la piel, con todo respeto.
De nuevo os felicito.
Os bendigo Trina Adorada.
(El Cardenala suspira, llena otro tanque de gas y lo entrega al reparto para alimentar, sin provocar un incendio, los fuegos en los hogares del Reyno)
(corrector de El Cardenala)
...se enteró del asunto CUANDO...
(El Cardenala medita a solas
“Claro que todo se puede…”
“Pero…”
“…Ah!... Cómo hacer escuchar las voces de todos los locos,
manteniendo, al tiempo, la cordura del todo?”
“Ni tanto que queme al santo,
ni tan poquito que no lo alumbre…
diría mi abuelita”.
(NOTA: Esta es la primera aparición oficial de la Abuelita de Grandchester, (CopyRight), cuando se estudie en retrospectiva el asunto, ya se verá el porque del CopyRight…, jeje… otra vez escribiendo en “futuro”. ¡¡Excelene!!)
(continúa la meditación de El Cardenala”)
“Bueno… cuestión de estudio, trabajo y la prueba suprema… los hechos,
y después de unas vueltas de prueba y error… y hacer los ajustes ¡Voila!
el fruto maduro”.
(Sale a buscar un lechoncito y dos barricas de vino).
(suspiros)
Corrector...
Donde dice: Excelene
debe decir: ¡¡Excelente!!
Yo creo que el cardenala tiene toda la razón
¿Sospecho o es mera ilusión que me atribuyen el ser del Embozado?. Me acusan, indirectamente, a través del Embozado siniestro de querer ejercer una omnisciencia o apropiación de los Egos -¡y qué Egos, habría que decir EGOS!- para reinar a mi amaño y antojo, y derrivar a Trina de su impresionante vuelo y su... digamos excelsa condición que al mismísimo Misterio de la Trinidad supera. Creo que el Cardenala se excede un tanto en halagos y descuida nuestra difícil situación con el vaticano y os plugo, acá y descuibierto, sin embozo y con razón soberana, de que si teneis una queda id, Eminencia, a mi despacho y lo discutiremos con cerdito y oporto y sin lebantar tanto la voz, ya que si mi sensibilidad se resiente, por algo, digo yo será, y si el río es pedregoso el rumor a ellas se debe -también lo afirmaba mi abuelita, pero de ella no hablaré más-. Los Ripamonti se han ido a quejar con el mismísimo Papa, y acá ya tenemos dos cadáveres de purpurados.
En fin. Ya había ocurrido un impasse así, cuando el entonces Caballero de la Rosa, derrotó por falo propio al Negro y absorbió al pueblo con su descabellada herramienta.
La verdad es que tanta alharaca me preocupa porque una Ministra, Santa, Trina, y yanosequemás, ¿podrá dar abasto a tanto entuerto?
Y al pueblo con los milagros, como el cilantro, buenos son, pero nunca para tanto.
Además, debo deciros que se ha involucrado a Merlín en la desdichada caída de la Trina, cuando él andaba borracho como cuba, lo cual es cometer la misma falta que se me imputa o al Embozado. Dirán que soy paranoico, pero un Rey debe serlo por naturaleza, además cuando con tanto portento la boda Real se atrasa y atrasa y a la Doncella la acometen falsos eunucos con tremendos bultos y el de la Rosa regresa a susurrarle tentaciones al oído. Y así mi ira se renueva y crece. Espero que no se divida este reino y terminemos en una guerra civil, que peor que las santas (guerras) son.
Y SI UN PODER ME ALZA LA VOZ YO LA DEBO ALZAR DOS VECES MÁS O TRES Y CIEN, DADO QUE SOY EL REY MIÉCHICA, Y EN ESTE REINO NO DEBERÍA MOVERSE UNA HOJA SIN QUE YO NO LO SUPIERA. RESUENEN ESTRUCTORES RAYOS Y LA TORMENTA DERROBE LOS BOSQUES ALEDAÑOS. Y SI AL DEMONIO DEBO TENER COMO ALIADO AL MISMO MEFISTÓFELES LLAMO.
(Entra Sir Ugolino)
En la paz y el la guerra, para serviros, Machistad, tomáos vuestra Agua de las Carmelitas y dormid como una de ellas. Y por favor olvidáos de Mefistófeles que ahí si no se corta más el paño.
(Laer bebe la milagrosa agua de las mentadas monjas y se sume en un sueño profundo, donde nimbado de magenta visita el Convento de las carmelinas desde la Superiora a la última descalza, que le cantan a coro ¡aleluya!. Pero es un sueño, y lo sueños sueños son)
Nos alegra sobremanera
encontraros de buen humor
Rey Poderoso.
(Planea y sube y baja recorre el pueblo volando)
Se os agradece, Su Majestd,
que me concedáis
el derecho a vuelo
ahora planeo con toda libertad
y puedo traeros
algunos recados del cielo...
(Un Fraile Alegre)
Jajajá
Ahora tenemos
hasta correos aéreos.
(Un mensajero entra corriendo, papiro en mano...)
y luego dice, bajando la mirada ante tanta belleza:
- "dulce eminencia, os traigo un mensaje..."
(deja el rollo sobre la mesa y sale de espaldas. El papiro se desenrrolla levemente y se alcanzan a leer tres letras abajo en la signatura; DLR...)
¿Y qué dirá el papiro?
¿Qué mensaje traerá?
.
Señora mía,
ya recuerdo.
.
Un bosque
y un fuego.
.
.
Trina... ya poh (ansiosa) ¿y qué dice el papiro que te mandó el poeta?
Responde poh, Trina, que te pasai con el bufón y el heraldo, purso chinchoseando