04 EL ESPEJO DE LA MUERTE

Triministra Monólogo off en su recámara
(ella no se ve en escena, la voz parece venir
desde dentro de la luna del espejo,
de la pintura de Gutiérrez Solana)

Un extraño mal recorre el Reyno. Las sospechas, como siempre recaen en aquél mísero de peor aspecto. La tendencia discrimonatoria no tiene límites y corre de calle en calle, de casa en casa y de tiempo en tiempo como si nada. ¿Por qué vivir sospechando? Y ahora de un pobre infeliz cuyo único tesoro es la posesión de un caballo -descendiente directo del caballo de Napoleón... un caballero negro, un pobre diablo que comía poco... un pálpito fatal me asegura que Merlín no es Merlín, y que la dama Therese no sueña con lo que debe mientras el Rey pasea por los salones firmando decretos reales y poniendo el magno sello en los tapices, en las alfombras, en las pinturas reales, en las máscaras, en los candelabros de oro maciso... qué hacer ahora... ¿cómo les digo lo que presiento sin desatar males mayores?... ay este dolor del espíritu que me aqueja triplemente y que no me deja reflejarme en los espejos con toda la integridad que me sostiene...